"Charlotte Beverly": La esencia de Austen

Las comparaciones, se dice, son odiosas. Cada escritor es único en su estilo, a pesar de que todos estemos influidos de algún modo por nuestro autor fetiche o idolatrado.  No es burdo señalar que a cada escritor nos ha marcado de uno u otro modo algún que otro escritor o escritora. En mi caso no negaré que me han marcado, entre otros, Umberto Eco ("El nombre de la Rosa"), Matilde Asensi ("El último Catón") y Pérez-Reverte con su saga de Alatriste.


En Andrea Muñoz Majárrez es innegable la influencia de Austen en su primera novela, "Charlotte Beverly", lo cual no es malo en absoluto. Hay pocas autoras en las que he encontrado la sensibilidad de Andrea y su Charlotte, hasta el punto de empaparme del ambiente bucólico de Herfordshire y la campiña inglesa. Los bailes de salón, los corrillos, esa elegancia típicamente inglesa de la temporada de bailes, el qué dirán... Ese ambiente que Andrea ha reflejado tan bien y que me recuerda a la mejor Austen.


Pero "Charlotte Beverly" es algo más que bailes, vestidos de seda y chascarrillos. Su protagonista, que da nombre al libro, no es la típica heroína; o, al menos, no la típica dama de rompe y rasga. No puedo decir que no sea bonita, porque Charlotte tiene ese tipo de belleza que inspira ternura y protección, mas no es la típica dama por la que todos los hombres caen rendidos a sus pies. En concreto, no el hombre por el que ella suspira, sir Michael Davenport, que llega incluso a humillarla en público hasta el punto de querer darle un par de "leches" bien dadas (tranquilos, que el destino se encarga de darle las hostias que el lector reclama). No obstante, hay un acontecimiento bastante relevante que abrirá los ojos de Michael y verá la verdadera naturaleza de Charlotte: una mujer con inquietudes, ávida lectora y escritora en ciernes, siempre enfrascada con una novela que ella no considera lo suficientemente buena, pero que alguien apreciará y le animará a publicar.

Como personaje secundario que me enamoró (y que la autora ha rescatada en su novela "La Candidata Perfecta"), destaca sir Henry Crawford, amigo de sir Michael, al cual intentará hacer ver que Charlotte es una mujer agradable, sensible y que lo ama de verdad. Me recordó bastante a la relación que mantienen Darcy y Bingley en "Pride and Prejudice", salvando las distancias, claro. La mayor diferencia entre los protagonistas masculinos de Austen y Andrea estriba en que, si bien Darcy es a veces incisivo con Lizzie, no es un seductor ni va de cama en cama; Michael Davenport hace gala de sus conquistas y no se esconde a la hora de seducir a sus posibles amantes. Algo que rasgará el corazón de Charlotte y le hará ver que su espera es infructuosa.




Hasta que pasa "ese" acontecimiento que le hará albergar una pequeña esperanza.

Mejor leerlo, menin@s, porque es una historia deliciosa.

Enhorabuena, Andrea ^_^

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